El siglo XVIII trajo al mundo occidental el imperio de la razón, el avance de las ciencias, las enciclopedias y, con ellos, su aplicación al mundo económico: al desarrollo de las máquinas, la eficiencia en las fábricas, el capitalismo desaforado. La economía, la sociedad, la política y el mundo entero iba a cambiar. La Ilustración del XVIII trajo la Revolución Industrial del XIX y el ser humano ya no sería el mismo nunca más.
En este contexto, especialmente en el mundo de las artes, las personas se revolvieron contra la frialdad de las cifras, del dinero, del trabajo sometedor; surge la pasión por lo emocional, lo irracional, lo sublime... el mundo cultural y filosófico cambiarán hacia una nueva sensibilidad. La naturaleza, el individualismo y la rebelión contra las convenciones sociales se pondrán de moda, marcarán una etapa histórica, influirán en la política y hasta se quedarán para siempre en nuestro subconsciente como forma de distinguir a un determinado tipo de comportamiento humano. Estamos hablando de...
EL ROMANTICISMO
"Yo soy muy romántica/o" confesamos algunas veces medio avergonzados, pero, en realidad, pensando que somos personas más sensibles que otras.
"¡Se acabó el romanticismo!" gritamos cuando una relación sentimental se rompe y determinamos actuar más con la razón que con el corazón.
La lucha razón-corazón ha existido siempre en nuestro interior; es algo muy humano, pero, en la época a la que nos referimos, principios del siglo XIX, hubo unos cuantos locos apasionados, rebeldes que alzaron su voz y usaron su talento para decir al mundo que había que sacar lo llevamos en nuestro interior y ser únicos, que había que morir por amor, si era necesario, que había que cantar a la naturaleza, que había que evadirse y huir de la realidad que no nos gusta, que había que luchar ante los grandes imperios para liberar a las pequeñas naciones...
Este impulso, desesperado, acabó, en muchos casos, en suicidio, adicción a las drogas, muerte en batallas... porque ¿cómo acabamos nosotros cuando lo damos todo por amor sin pensar en las consecuencias? Muchas veces mal, también.
De entre todos estos locos hubo una persona, un escritor en concreto, que fue el símbolo de todo el movimiento. Su nombre era George Gordon Byron, conocido como
Lord Byron
Nacido en una familia noble, Lord Byron tenía un carácter apasionado e impulsivo y un físico de notable belleza (a pesar de un defecto congénito en una pierna) que lo hacían conocido en todas partes. Fue el personaje más famoso del momento en su Londres natal por sus escritos y, sobre todo, por su comportamiento escandaloso que desafiaba constantemente las reglas establecidas. Sus poemas incendiarios y su fama lo convirtieron en todo un influencer de la época. Su poema Don Juan ensalzaba la figura del conquistador rebelde que desafía a todos por amar apasionadamente y fue un bombazo en la gris sociedad del momento.
Diariamente recibía cartas de cientos de jóvenes que se ofrecían para huir con él en busca de la libertad y los periódicos lo mencionaban a diario, siempre alimentando el cotilleo y el descrédito. Quizá producto de esta fama incontrolada se le llega a achacar un romance (y un hijo) con una medio hermana y con decenas de hombres. Esta situación provocó una forzosa huida de la ciudad y del país (el incesto y la homosexualidad estaban duramente penados)
Byron evitó a duras penas el linchamiento y la cárcel y huyó a Italia donde comenzó una vida de destierro en el cual su fama y su carácter rebelde no hicieron más que aumentar. Su poema más famoso, Childe Harold's Pilgrimage (El peregrinaje del joven Harold) nos habla del viaje que todas las personas han de realizar para hallar el amor, la felicidad, la verdad y la unión con la naturaleza; un viaje lleno de peligros y soledad, pero totalmente necesario para vivir intensamente en un mundo en el que no existe ningún dios que te recompense con la vida eterna. Byron halló la muerte el 19 de abril de 1824 (hace 200 años) en Grecia donde había ido a luchar por la independencia del país frente a los otomanos.
Byron es el personaje que creó en sus poemas; según muchos críticos literarios, el escritor los creó, pero los superó en audacia y en materializar sus ideales hasta el extremo, hasta la muerte. Lord Byron y su fama, tan manipulada, superaron su propia producción literaria y se convirtieron en el mayor icono del Romanticismo y, en general, de la lucha por la libertad y los ideales.
...el amor halla sus caminos
aun por senderos por los que
ni los lobos se atreverían a entrar
siguiendo a sus presas...
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)