El día 18 de enero se ha celebrado el 130 aniversario del nacimiento del poeta Jorge Guillén (Valladolid 1893-Málaga 1984)
Considerado escritor de la Generación del 27 y admirador y seguidor de Juan Ramón Jiménez, Guillén fue académico, crítico literario y poeta.
Su labor académica lo llevó a vivir en Suiza, Francia e Inglaterra. En la guerra Civil fue encarcelado temporalmente y, tras algún vaivén ideológico, acabó exiliado en Canadá pasando, también por Italia, USA y Puerto Rico. Entre otros muchos premios, le fue concedido el Cervantes en 1977 y pasó sus últimos años en Málaga.
Concebía su poesía como un todo orgánico, como un ente que crece y se transforma con el tiempo, por lo que sus poesías se fueron publicando bajo el mismo título, en el mismo volumen que iba aumentando con el tiempo. (Cántico - 1928, 1936, 1945,1950), en el que exalta la alegría de vivir y la perfección del cosmos. Posteriormente publicó otro volumen de poemas (Clamor 1963), en el que, sin caer en el pesimismo, recoge las experiencias sufridas en la guerra Civil y, por último otro volumen dedicado a exaltar la vida de algunos personajes significativos en el mundo de la ciencia y las artes (Homenaje, 1967)
En el volumen Aire nuestro recogió esos tres libros anteriores y aún publicó Y otros poemas (1973) y Final (1982)
El resto de su producción se enmarca dentro de su vasta vida académica como crítico literario en forma de ensayos, fundamentalmente.
Considerado el poeta del optimismo, sus poemas siempre parten de situaciones concretas para extraer de ellas ideas o pensamientos sublimes y, muchas veces, resultan difíciles por su densidad. Como fiel seguidor de la Poesía pura, y de Juan Ramón Jiménez, el lenguaje de sus poemas huía de la musicalidad fácil y seguía un riguroso proceso de eliminación y selección.
Amor dormido
Dormías, los brazos me tendiste y por sorpresa
rodeaste mi insomnio. ¿Apartabas así
la noche desvelada, bajo la luna presa?
tu soñar me envolvía, soñado me sentí.
El perro
¿Desde qué amanecer me miran esos ojos?
con pureza de próximo que no es cómplice humano
-¡Pupila tan pueril a un iris tan grave!-
Asciende esa mirada a tan remota fé
¿Desde qué abismo tierno me miran esos ojos?
Los jardines
Tiempo en profundidad: están en jardines.
Mira cómo se posa. Ya se ahonda.
Ya es tuyo en su interior. ¡Qué transparecia
de muchas tardes, para siempre juntas!
Sí, tu niñez: ya fábula de fuentes
Lee posesía; lee a Jorge Guillén y su poesía pura
Disponible en nuestra biblioteca móvil: Aire nuestro (incluye Cántico, Clamor y Homenaje)
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